jueves, 5 de agosto de 2010

Rock y vida o Vida y rock... capítulo Dos

Al maestro con cariño...

Las diferentes etapas de la vida nos llevan de los momentos más padres y tiernos de la primaria escolar, a los agobiantes y crueles de los compañeros pubertos de la secundaria, es justo ahí donde los chamacos nos hacemos crueles y despiadados con los demás, a lo mejor es el instinto de supervivencia, el que se forja tu personalidad o no se, pueden ser tantas cosas, pero eso sí, ¡pobre de uno si desde el primer día te agarran de su puerquito! porque quedarás estigmatizado durante los tres años de la secundaria.

Recuerdo a pinches chamacos poniendo apodos a todo mundo, entre los que me vienen a la mente el de "el ratón", "el Porky", "el Chinin", "la marrana", "el chabelo", "el simio" y pues, obvio, no podía yo escaparme de uno: "el negro", "el chocolín" o "el petrolito", (nomas para que vean mondrigos compañeros que tenía) no tenía uno, ¡sino tres apodos! y todo porque a mi viejita chula se le ocurrió dejarme un poco más de tiempo en el horno, bueno, eso decía ella y siempre le creí, pero en la secundaría se encargaron de decirme que nel, que era prieto de nacimiento. Bien tiernos los 'muy jijos de'... bueno, pero eso ya no me duele o bueno, eso creo.

Pero además de lo anterior, algo que en lo personal me cambio la vida fue el encontrarme con un tipazo de maestro, a quien hoy en día recuerdo con mucha alegría, el profesor Crescencio, mi maestro de música. Era allá por comienzos de los años ochenta que yo cursaba la secundaria, por el barrio de la colonia Moctezuma, en esos años la bomba musical era nada menos que Michael Jackson (otro negro igual a mí) el cual para mis compañeros era su máximo, pues a la hora de la clase le pedían al maestro que los dejara poner el disco de Thriller y se ponían a bailar con sus guantes blancos, sus pantalones de a brinca charcos, sus zapatos negros con calceta blanca, sintiéndose que bailaban igualito al negro-blanco del Jackson, pero como a mí nomas no me convencía del todo me quedaba aislado leyendo.

Un buen día se me acercó mi maestro Crescencio para preguntarme ¿por qué no me integraba a la manada Jackson? a lo que le respondí: -¡No maestro, yo nomas no le hago al Thriller! mi onda es el rock and roll...- sorprendido me dijo que si era en serio mi gusto por el rock, a lo que le respondí que -a wilbur (¡a guevo! para los cuates, pero como era para el maestro pues le dije a wilbur)- en fin que me saca del salón donde todos mis compañeros se zangoloteaban a ritmo de "beat it" y "Thriller", para llevarme a un salón contiguo donde tenía un tornamesa, ahí me sentó y sacó el disco LP de los Rolling Stones "Sticky Fingers" y pues, de ahí para adelante, todos los jueves que tenía dos horas de clase de música, una era dedicada a la teoría obligatoria, pero la segunda hora era de Michael Jackson para mis intrépidos amigos y de sesión de puro rock para su servilleta (servidor) y el maestro Crescencio.

Y pues ya metidos en el tema de Jackson, tendré que balconear a uno de mis primos, que al igual que la mayoría de la generación tenía la idea de que bailaba igualito que el Michael, mi tía y mi madre le pedían a cada rato que bailara como la estrella pop y él pues, soñado bailando y sacando los mejores pasos que la inspiración le daban, (aunque honestamente mi primo bailaba con la gracia del oso Balú y la agilidad de el gordososo) pero en fin son momentos que atesoro de esa época, obviamente mi primo no porque cuando se dio cuenta de la verdad ya nos había dado muchos momentos inolvidables..Jejejeje ¡bailele primo báilele!..Jejejeje

Pues espero haberlos trasladado a sus tiempo de la secundaria, donde yo viví una más de mis historias más de rock y vida, junto a un maestro que me enseñó y diversificó la gama de grupos de rock que más adelante serían parte de muchas historias que ya les contaré.

De momento espero me hagan llegar el nombre de aquel maestro que fue importante en esa etapa escolar de su vida, compartan conmigo todos aquellos recuerdos que tienen olvidados o enterrados, que sin duda nos marcó y forjó nuestra cultura rocanrolera, no se hagan de la boca y mano chiquita, así que espero sus comentarios y sus aportaciones, queda de ustedes su valedor "El Adicto".

2 comentarios:

  1. Querido "Adicto" fiel habitante rocanrollero del espacio del comandante compartiendo sus recuerdos con la monada .En particular no tuve maestros como usted amigo (ya que venian de una generacion plagada de gobiernos militares y tiranos)aunque me hubiese encantado tenerlos asi como tu .
    Por suerte los encontre en la calle (la madre de todas las escuelas) para descubrir esa famosa musica que volvia locas a nuestras madres jejeje
    Un abrazo a los camaradas my friend

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  2. Estimado amigo Luther, lo importante en la vida es encontrarlos en la escuela, en la calle, en la familia, los maestros los tenemos en todas partes, gracias por el comentario y tú aportación, quedo a tus ordenes, "el Adicto".

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